Por JUAN FERNANDO ESPINOSA SÁNCHEZ.
- Y todo en medio de movilizaciones de los gremios para evitar el recorte presupuestario y luchando por la normalización del establecimiento con una población y requerimientos mayores a lo planificado en sus inicios.
A pesar que la pandemia ha concentrado los recursos y copado la gestión de salud, el Hospital de Talagante ha logrado reducir sus listas de espera para cirugía, de manera tal que los indicadores a junio del presente año son bastante cercano al total de procedimientos efectuados el año pasado, restando seis meses para concluir el 2022, y es superior al resultado final de todos los años anteriores. El hecho no deja de motivar al establecimiento, como lo señaló la doctora Alicia Orellana, nefróloga, encarga de la Unidad de Cuidados Medios, y Subdirectora Médica Subrogante.
Cómo reducir la espera por cirugías
“Hay que considerar que durante la pandemia las listas de espera se prolongaron mucho porque habían otras prioridades”, señaló la facultativa, quien subrayó que “se empezó hacer mayor intervención para lograr un mejor flujo de los usuarios, que llevaban esperando bastante tiempo, y eso ha rendido frutos actualmente: ya la lista de espera existe, nunca va a desaparecer, pero estamos en unos márgenes 
que son mucho más adecuado y mejor que muchos otros hospitales a nivel nacional y de nuestro servicio de salud (SSMOC), lo cual nos llena de orgullo”, dijo la profesional.
Según señaló la Doctora Orellana, además de las dificultades originadas por la presencia del COVID-19 en el país, otra desafío para avanzar en la lista de espera para cirugías de resolución en Hospital de Talagante fueron los recursos. “El tema de los recursos para realizar los procedimientos (quirúrgicos) ha sido un tema que se ha tenido que ver constantemente en la coordinación, ya que hay que irse acomodando al flujo que va llegando estos recursos para poder hacer la adecuada selección de los pacientes y así no tener que estar suspendiendo procedimientos programados porque no había alguna cosa”, comentó la nefróloga.
En todo caso, la doctora Alicia Orellana indicó que para avanzar en esta materia en el Hospital de Talagante se buscó flexibilizar criterios y usar mucha capacidad de adaptación a la circunstancias, por cuanto si faltaba algún recursos para un caso determinado “en ese mismo tiempo, se podía operar otro tipo de paciente” y eso “ha ayudado a darle más eficiencia a lo que se está realizando y con eso tratar de disminuir en lo posible las suspensiones de pabellones”. En tal sentido, cabe mencionar que este centro sólo realiza cierto tipo de procedimientos quirúrgicos, dada su actual capacidad.
No todo se resuelve acá y los desafíos
De acuerdo a lo señalado por la profesional en el Hospital de Talagante la mayor cantidad de procedimientos son cirugías de vesículas, hernias, y otras cirugías asociadas a la diabetes, como amputaciones, y cirugías reparativas derivada de lo mismo para el uso de una prótesis. También se hacen algunas cirugías endoscópicas, accesos vasculares como catéteres de diálisis, gastrostomías para aquellos pacientes que no pueden alimentarse de manera independiente, entre otros.
“Eso es como lo más frecuente que realizamos. Entre medio los pacientes hospitalarios que ingresan por urgencia, claro que se hacen muchas otras cirugías, pero que entran desde la urgencia, no desde lo ambulatorio como programadas”, precisó la Doctora Orellana, quien sí admite que el Hospital de Talagante posee una gran carencia y es una preocupación en el establecimiento, como es la falta de cirugía infantil, no por la falta de equipamiento, pero sí por la ausencia del profesional idóneo para este tipo de procedimientos.
“No tenemos cirujano infantil, entonces, es una constante preocupación cómo resolver esto, porque son tiempos que son más acotados para lograr un buen resultado en los niños y, lamentablemente, la solución de esto no depende de nosotros. Entonces aparte de elevar solicitudes y colocar en distintas instancias el tratar de que nos ayuden a solucionar el problema, porque hay que derivarlos a otros centros, y es una constante preocupación porque las madres, los padres, están muy preocupados por sus hijos, pero no podemos resolver ese problema”, señaló la nefróloga.
Lo que hay que resolver, se resuelve
De todos modos, la doctora Orellana afirmó que la prioridad es la cirugía de vesículas, porque también es una patología GES (Garantía Explícita en Salud), pero también por sus implicancias para el paciente. “El tema de la vesícula es que si no se opera a tiempo se transforma en un cáncer, entonces, nuestro trabajo va enfocado a sacar la vesícula antes que se transforme en un cáncer, a que el paciente tenga que estar hospitalizado porque estos cálculos provocaron una infección: qué pasa, se daña el hígado, entonces (…), el efecto de hacer una cirugía precoz, es muy grande, porque prevengo muchas condiciones que van a ser bastante deletéreas 
para la salud del usuario”.
Según la Subdirectora Médica (s) del Hospital de Talagante “siempre va a existir una brecha”, pero la idea que los tiempos de espera sean más prudentes y eso dependerá del tipo de patología, porque hay situaciones que, por los riesgos de salud, son atendidas, versus otras menos invasivas. “Se puede encontrar con un paciente que le puede decir: yo llevo 4 años reclamando tal cosa. Claro, pero es que lamentablemente su cirugía tiene menos prioridad versus otras cirugías, porque es un tema de ir administrando la pobreza por así decirlo”.
“Hemos mejorado bastante –agregó la Doctora Orellana-, pero todavía queda una gran brecha que cubrir, hay mucho trabajo por hacer y la idea es que la población sienta que nuestro hospital se está preocupando en tratar de ir mejorando, pero tenemos súper claro cuáles son nuestras falencias y que estamos trabajando en ir disminuyéndolas, esa es una lamentable realidad de salud a nivel nacional, ya no es sólo de nosotros, hay muchos hospitales que están peores en ese sentido”, sentenció la nefróloga.