- Esta historia comenzó a escribirse el lunes 9 de abril de 2007, a las 12:30 horas, en el frontis del mismo edificio patrimonial, con un primer comodato por 10 años y concluyó ahora con la cesión definitiva.
Tal como el mismo lo señaló a nuestro medio, este 27 de agosto de 2024 pasará a la historia local, como el momento en que Francisco Leyton Francione, acompañado de sus hermanas María Eliana y Carmen Gloria, hizo realidad un sueño de todos, pues cumplió con una secreta idea personal, familiar, empresarial, y que, también, la comuna albergaba en su corazón.
“Un día muy emblemático y muy contento de poder llegar a esta instancia en que el alcalde Carlos Álvarez consiguió recursos maravillosos para remodelar y reconstruir, porque este teatro ha tenido muchos terremotos”, fue la primera reflexión del destacado empresario de la zona, quien ya venía cediendo este espacio cultural a la municipalidad de Talagante desde hace un tiempo.
“Nuestra familia lo adquirió porque la viuda del señor Berry no podía sostenerlo en los años 90 y nosotros dijimos: no se puede perder. Lo mantuvimos y lo entregamos en comodato el año 2007 a la Señora Rosa Ester Huerta para que siguiera siendo un centro cultural y que sea la casa de todos”, compartió don Francisco Leyton, a 17 años, 4 meses, y 18 días de haber suscrito el primer comodato por 10 años, con la ex alcaldesa talagantina.
Poco antes de comenzar la ceremonia en que selló para siempre la entrega del histórico edificio a Talagante, Francisco Leyton compartió el sentido profundo de esta donación. “Yo considero que el teatro, es la casa de todos. Y, aquí, nacieron ilusiones, penas, alegrías, los niños gozaron, parejas de enamorados, artistas, intelectuales, todos tienen algo que ver y por eso esto nunca lo sentimos propio sino que de la comunidad y hoy día se concreta algo muy importante, que es su remodelación”, afirmó el destacado empresario.
“Yo creo que eso es lo más importante, la donación es parte de lo que nosotros siempre quisimos hacer, pero su remodelación, va a quedar magnifico, extraordinariamente, yo vi la maqueta, vi los planos y va a ser un teatro a la altura de los mejores”, subrayó el dueño de la cadena de negocios más importante que ha dado la zona, después de los grandes fundos, quien explicó también el vínculo que hay entre empresa, comunidad y la donación de un bien para el disfrute y bienestar de toda la sociedad.
“Nuestro cariño, nos ha dado todo y esto se hace a nombre no de la familia sino de todos los trabajadores de las empresas San Francisco que hacen posible que yo esté donando esto, sino, no se podría. Yo creo que una persona sola no hace nada. Mis padres deben estar orgullosos: mi papá Francisco Leyton Blest, mi mamá, Laura Eliana Francione Labbé, yo creo que nos enseñaron a que sólo en esta vida es posible compartir y que el cariño a la comunidad en que convive tiene que ser correspondido. Por eso estamos muy contentos de entregar la casa de todos a todos”.
A juicio del rostro más visible de la familia Leyton-Francione no hay muros divisorios entre el mundo de los negocios y el bienestar social, de hecho comentó que participa en distintas organizaciones de empresarios que aportan a la comunidad, en distintos ámbitos, con niños, adultos mayores, personas en situación de calle, entre otras realidades.
“Yo pertenezco a una organización donde cultivamos la cultura del encuentro, en la innovación, la inclusión y la inspiración (…), devolviendo a la comunidad, empresas de doble propósito, las empresas b, por ejemplo, que es un nuevo movimiento de empresario, yo creo que el empresariado chileno se ha puesto los pantalones largos, pero esas noticias no salen, siempre se muestra lo feo, lo malo, pero hay muchos que están luchando por el bien común y devolver a la sociedad lo que se ha recibido”, sostuvo Francisco Leyton Francione.