EL TRABAJO CONSTANTE DE 20 ESTUDIANTES JUNTO A SU PROFESOR DE BIOLOGIA Y DEL TALLER DE HUERTOS Y CIENCIAS DIO FRUTOS

Por Juan Fernando Espinosa Sánchez.

 

Nada ocurre por azar y bastante claro lo tiene el profesor Ernesto Suarez, profesor de biología y de los talleres de huertos y de ciencias del Liceo Luis Humberto Acosta Gay de El Monte, quien en medio de su periodo de vacaciones, se tomó el tiempo para compartir algunos detalles del trabajo desarrollado para alcanzar la “Excelencia Ambiental”.

“Esta certificación de Excelencia Ambiental va de la mano de todas las actividades que se han logrado hacer en el liceo, donde ya contamos con un programa de reciclaje, un taller de huertos sustentables donde está la participación de los niños y en la que utilizamos tierra de hoja que se fabrica en el mismo liceo con desechos de hojarascas de los árboles de la institución y aparte de eso tenemos composteros que se alimentan de deshechos que vienen del casino”,  indicó el profesor.

“Entonces –añadió Ernesto Suárez-, todo eso va sumando una serie de actividades que fueron consideradas en la postulación a esa certificación.  También, las arborizaciones que hemos hecho, trabajamos con los Eco Clubes, de hecho los estudiantes que participan en el taller pertenecen a los Eco Club de la comuna.  Se ha realizado jornadas de limpieza y ahí se hace más amplia la convocatoria, no solamente a los alumnos del taller sino toda la comunidad.  Entonces, todas esas actividades se fueron sumando”.

Ernesto Suárez explicó que el grupo con el que trabajó durante el año 2019 fue de 20 niños y niñas de distintos niveles, primero entre quinto básico y primero y segundo medio, pero luego se fueron integrando de otros cursos, incluso de primero y segundo básico.  Sobre las dificultades que presenta el trabajo con niños, niñas y preadolescentes en esta área, el profesor de biología destacó la motivación de los menores.

“Este taller se inició con grupos mixtos, es decir, niños de todos los cursos, al principio teníamos niños desde quinto básico y luego chiquititos de primero y segundo básico, y era de manera voluntario.  El que asistía al taller, lo hacía porque quería, eso da cuenta que los chicos tienen un interés y los más grandes están como más informados de las desforestaciones, del manejo de la cuenca, del río, y aquí ellos quieren sembrar, ellos quieren cambiar el mundo, quieren ver su liceo bonito.  Entonces, dependiendo de la edad, son los intereses, pero a todos los une el amor por el medioambiente y por tener un entorno más limpio y más sano”, compartió el profesor Suárez.

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