- El 15 julio sus colegas realizarán una acción solidaria en su beneficio.
Y el agua recuperó todo aquello que alguna vez fue parte de su dominio y de paso dejó casas inundadas, desde donde las autoridades públicas y los canales de televisión han llenado horas de audición y muchas páginas, sin embargo, también hay otra versión de los daños causados por la crecida de cauces. Tal es el caso de don Jaime Celis, apicultor de la comuna de El Monte, que a manos del Mapocho y del Maipo unidos, perdió varias décadas de trabajo, de esfuerzo personal y familiar y la fuente de ingresos económicos futuros.
Una crecida inédita en décadas
“Nosotros teníamos colmenas en la parcela San Bernardo –que se llama- que está para el lado del río –Maipo-. Nunca, desde hace 40 años que teníamos abejas ahí, nunca había subido tanto el río”, señaló el apicultor, quien perdió todo lo acopiado en un periodo importante de su existencia. “Nosotros fuimos cuando empezó el temporal a tratar de ir a ver las abejas y, bueno, se cortaron todos los puentes, tres puentes que habían antes de llegar a las abejas y al final pasamos, como a los tres o cuatro días pudimos pasar y no, ahí nos encontramos con la gran sorpresa que el río se había llevado las colmenas”, relató Jaime Celis.
Considerando la distancia entre las colmenas de don Jaime Celis y el cauce, el caso de este apicultor retrata la magnitud de la crecida del Maipo a su paso por El Monte durante este sistema frontal, retomando metros arrebatados por la vegetación o por algunos asentamientos humanos. “Mis colmenas, de la ribera del río, donde estaba pasando, era como a un kilómetro, más o menos, si nunca, no había forma de que el río llegara. Lo que pasa es que el río entró por otra parte, más arriba, y se vino por dentro hacia donde nosotros teníamos las abejas y volvió de nuevo al cauce del río”, comentó el apicultor montino.
Un capital y años de trabajo perdidos
“Nosotros –agregó- teníamos ahí 600 colmenas con mi hijo, que eran 350 mías y 250 de él, que teníamos lista ya, arrendadas las colmenas para ir a polinizar los almendros, el 15 de agosto empezábamos. Bueno, con esto la pérdida de nosotros es muy grande, o sea son tantos años tratando de reunir materiales, de las mismas abejas, cambiando las reinas. Yo vivo de la apicultura, nada más que de la apicultura, y al final cuando ya nos dimos cuenta ya no había nada que hacer, o sea todo lo que teníamos se fue por el río”, sentenció Jaime Celis.
Efectivamente, como se puede apreciar en las imágenes que acompañan este reportaje, los cajones quedaron en medio de la vegetación del lugar: unos sobre otros, volcados, o arrasados por el agua y el lodo. “Quedaron entremedio de las moras enredadas algún material, que no alcanzó a llevarse el río porque quedaron por ahí atrapadas en las moras y eso es lo que queremos tratar de sacar, de recuperar, pero no podemos porque todavía no podemos pasar para allá en vehículo, no hay forma, no hay forma, ni tractores, nada todavía porque destruyó todo el río”, sostuvo el apicultor sobre el momento actual.
Lamentablemente, una nueva crecida del Maipo después de un ciclo le arrebató el esfuerzo de buena parte de su vida, un capital obtenido en décadas y su fuente de ingresos futuros. “Esto es toda una vida porque uno empieza como con 10 cajones, empieza a crecer, y después uno se da cuenta que cambiando reina, haciendo reina artificiales, todo eso, uno llega y logra mantener un plantel de colmenas y vivir de eso. Yo vivo de eso”, reafirmó Jaime Celis, quien precisó recuperar lo perdido no es tan fácil en el caso de la apicultura.
¿Cómo comenzar de nuevo?
“Para nosotros está complicado el tema, o sea a nosotros nos vino a visitar INDAP, que son los únicos que han venido a visitarnos, pero ellos no tienen forma de cómo ayudarlo a uno porque al final lo que yo necesito son abejas. Yo con abejas, con material, yo puedo ir y llenar los cajones, pero en este tiempo es muy difícil, porque en este tiempo uno tendría que comprar un núcleo del año pasado, porque todavía no se puede hacer reproducción, porque no hay zánganos, entonces, es complicado el tema”, argumentó Jaime Celis.
No obstante, como tantos ejemplos en esta y otras circunstancias, pereciera que la solidaridad es la herramienta para superar la dificultad. “Pero como no hay autoridades que a uno lo pueden ayudar, hay apicultores, colegas, que me han llamado harto y ellos van apoyar un poco. Para el 15 de este mes que viene (julio) otros apicultores están organizando una Colmenatón de ayuda para los apicultores que somos los dos, mi hijo y yo lo que estamos más complicados”, comentó el vecino de Paico Alto.
En tal sentido, Jaime Celis señaló que más que dinero necesita este tipo de ayudas, por cuanto es la forma de dar continuidad a su gestión como apicultor. “Muchos me decía danos tu número de cuenta para ayudarte, pero es que yo no necesito plata, o sea, no tengo plata, pero necesito plata, porque no puedo comprar nada con plata, no puedo ir a comprar un núcleo ahora, no puedo ir a comprar una reina ahora porque es complicado”, explicó el apicultor, quien destacó la utilidad que tendrá para él y su hijo una actividad solidaria como la Colmenatón.
Ayudas más la venta de su miel, lo sacaran de este momento
“Entonces los apicultores amigos ya me han llamado varios y van a hacer unas donaciones de colmenas. Se van a poner con colmenas: un apicultor con diez, otro con cinco, otro con una, y las van a juntar todas acá en la parcela de acá de Paico Alto, del John Hernández, y ellos están organizando con el Carlos Campos, y ahí voy a recibir alguna ayuda, porque de otra parte, de otra forma, con lo que está pasando, con la gente que perdió sus casas y todo eso, es difícil que a uno le llegue ayuda por otros lados”, afirmó Jaime Celis.
Con este apoyo de sus colegas apicultores en forma personal, también como miembros de REDAMONTE y otros colegas de distintos puntos del país, don Jaime Celis espera poder cumplir con uno de los primeros contratos que tenía para la futura temporada, como es la polinización de almendros en la zona a partir del próximo 15 de agosto. De todos modos, también se le puede ayudar a este apicultor comprando su miel para de esa forma seguir con su día a día y reparar el material que pueda rescatar para la próxima temporada apícola.
“Esa es la otra forma, porque cuando me dijeron a mí que pusiera una cuenta para que me ayuden, no les dije yo. Necesito hacer plata de otra manera y una de las formas es comprándome miel. Mis hijos me hicieron unos afiches, cosas que las subieron al facebook y a todos los que tienen redes sociales y sí estamos vendiendo harta miel al kilo”, señaló con entusiasmo don Jaime Celis, quien de todas formas espera la ayuda de los servicios del agro en la medida de sus posibilidades.
Los servicios del agro del Minagri todavía no se activan
“Lo que pasa que INDAP ya estuvo acá y tratamos de ver cuál era la forma de ellos para ayudarme, pero lo que yo necesito es material vivo, que serían abejas, pero lo único es buscar y comprar, pero una colmena ahora vale 100 a 120 mil pesos en este momento en que están a punto de salir a polinizar y INDAP dijo que no estaba en condiciones de aportar eso”, comentó el apicultor sobre lo ya tratado con este servicio dependiente del Ministerio de Agricultura, con el cual ya mantiene conversaciones para ver otras formas de apoyo.
“Hay otras formas que van a ayudar. No sé, yo tengo un crédito con ellos, me lo van a cambiar para este otro año, podría ser un crédito blando sin intereses, pero eso tiene que verse, o sea, yo igual pertenezco al SAG Apícola de Melipilla, con ellos yo hecho hartas cosas y están tratando de ayudar, pero está medio difícil canalizar la ayuda y de qué forma. Al final, yo puedo tener plata, pero qué compro en este momento. Entonces, es difícil, pero igual vamos salir adelante, ya lloramos lo que teníamos que llorar, ahora vamos para arriba, vamos a tratar de salir de esto”, aseguró Jaime Celis.