CRECIDA DEL MAIPO DEJÓ NO SÓLO DAMNIFICADOS SINO TAMBIÉN FALLAS DE MUNICIPIOS Y ORGANISMOS SECTORIALES

  • Ingeniero y Activista ambiental de la zona, Francisco Caamaño subrayó que lo ocurrido era previsible y sucedió por no respetar los instrumentos reguladores del territorio.

 

No tan sólo damnificados, pérdidas materiales, así como muchísimos puntos de prensa o en vivos en redes sociales por parte de autoridades locales que alcanzaron notoria visibilidad, dejaron los recientes temporales del fin de semana pasado, sino también parece haber quedado a la luz un cierto grado de relajo por parte de las autoridades que deben velar por el buen uso del suelo en sus comunas y evitar el asentamiento humano en zonas de riesgo.  De hecho, hasta el propio Presidente de la República se constituyó en aquellos lugares, donde nunca debió parcelarse para la edificación de viviendas, como admite Francisco Caamaño Rojas, ingeniero, y activista ambiental.

En tal sentido, el también ex constituyente por nuestra zona concuerda con esta apreciación.  “Hay ciertos organismos públicos que tienen el deber, tanto a nivel local como territorial, de velar por el cumplimiento del uso del suelo.  La primera entidad que tiene que velar por esto es la municipalidad, también tienen que velar por esto organismos sectoriales vinculados al tema del suelo, como el SAG, Bienes Nacionales –por ejemplo en el caso del río-, y también el Seremi de Vivienda para vincular el tema de la fiscalización del uso del suelo y, por otro lado, para ir finalizando el tema la Dirección General de Aguas”, subraya Francisco Caamaño.

Como instruye la Ordenanza General de la Ley General de Urbanismo y Construcciones los organismos territoriales, como los municipios, deben guiarse por planes que regulan este tipo de aspectos y uno de ellos dice relación con definir “áreas restringidas al desarrollo urbano, por constituir un peligro potencial para los asentamientos humanos”, como es el caso los sectores cercanos al Maipo, como La Manresa en Talagante.  Agrega esta ordenanza aquellas áreas se denominarán “zonas no edificables” o bien, “áreas de riesgo” y las define claramente como “Zonas inundables o potencialmente inundables, debido entre otras causas a maremotos o tsunamis, a la proximidad de lagos, ríos, esteros, quebradas”, entre otros.

“Nadie esperaba el nivel de lluvias que iba a caer, más la isoterma, las condiciones climáticas que se dieron para que sucediera este desastre natural.  Hace más de 20 años que no se veía un suceso similar a este, que llevase a tal nivel de agua el río y, por lo tanto, en ese sentido los organismos territoriales, principalmente la Dirección de Obras Municipales (DOM) tiene que velar por el cumplimiento del uso del suelo y, también, en el caso que reciba las denuncias fiscalizar que las viviendas que están emplazadas en este caso en una posible zona de inundación –o en los tiempos más antiguos plena caja de río- ve si entrega los permisos que permitan que la persona pueda edificar y también darle recepción de las obras finales que la persona realiza”, sostuvo Francisco Caamaño, respecto a lo sucedido en distintos puntos de Talagante y El Monte.

Sin duda, las pérdidas de las personas y familias afectadas son cuantiosas, como también se comprende el nivel de falta de información que pudieron haber tenido respecto del lugar donde construyeron sus viviendas no hace tanto tiempo, al parecer, como también estima el joveningeniero.  “En ese sentido, las personas que compraron estos terrenos no sabían donde se estaban emplazando, probablemente se dieron cuenta que el río no venía con mucho caudal o que las personas que, quizás, les vendieron el terreno, no les dijeron absolutamente nada de este suelo antes”, estima Francisco Caamaño, quien atribuye a esa falta de información y así como del rol de Estado situaciones como la ocurrida en Talagante y en otro punto de El Monte.

“Exactamente, por temas de desconocimiento que existe principalmente al respecto de los desastres naturales, de la historia, de los saberes locales en cuanto a las crecidas, es compleja la situación y, además, de eso la fiscalización que no se ha llevado por parte de esta Dirección de Obras Municipales, pero como otros organismos sectoriales que tienen que velar por el cumplimiento del uso del suelo”, reitera el joven activista ambiental, quien añade a esto la intervención de que son objeto muchas veces los sectores ribereños por la agricultura, pero también por la comercialización de arenas y otros.

“Una de las principales actividades económicas que se desarrolla en torno al río y que lo afecta en su cauce en su composición, la morfología, es la extracción de áridos, la cual claramente en la provincia de Talagante y hay casos históricos como Tamayo, en otros sectores como Mozo Vío, donde es evidente que se modifica el territorio para la extracción de áridos y también uno de los temas que más afectó en esta inundación fue los movimientos de cauces, los cuales, en algunos sectores comentaban las personas que el río se encajonó por esos canales que se ejecutaron, ya sea por temas agrícolas como también para la extracción de áridos”, explica Francisco Caamaño.

A juicio del vecino montino la presión ejercida por la urbanidad, así como por las distintas actividades económicas y el asentamiento humano fuera de norma, sufrió el embate del retorno al terreno perdido en años por parte del río Maipo y Mapocho ya unidos.  “El río se empieza a reducir, lo empiezan a achicar, le quitan vegetación donde no hay agua y por lo tanto como que le van quitando terreno al río y qué hizo el río esta vez, el río Maipo recuperó parte de su cauce y en mi opinión debiese respetarse como un humedal urbano, como una zona de inundación y, lo más importante, es una zona de posible desastre natural”, subraya el ex constituyente.

Claramente, lo ocurrido en sectores como La Manresa en Talagante o La Red en El Monte, son un llamado de atención a los entes y funcionarios públicos responsables de velar por el cumplimiento de ciertos límites que imponen las normas de urbanización y construcción de viviendas en áreas de riesgo.   “Uno de los temas a considerar, y es de esperar que así se haga, no sólo acá sino a nivel nacional, es respetar la planificación territorial, que existan ordenanzas municipales que regulen esta situación.  Además señalar que hace poco salió la ley que regula los terrenos agrícolas, principalmente los loteos, porque acá principalmente los sectores que se vieron afectados con esta última crecida, no fueron asentamientos informales, o sea, no fueron tomas, fueron personas que tienen derechos o propiedad en esos sectores”, precisa el ingeniero.

“Y, por eso –agregó-, las autoridades tienen que respetar este uso de suelo porque nadie quiere tragedias, nadie quiere perder sus cosas, se destruyen sueños, y, por lo mismo, es importante que las autoridades le tomen el peso a los asentamientos urbanos que se están emplazando y que están emplazados en territorios donde podría suceder un desastre natural.  Así que la fiscalización, la denuncia, hay que también hacer un llamado a los vecinos que pueden denunciar esta situaciones, entendemos que son temas igual complejos, pero si vamos a prevenir desastres naturales, lo ideal es que ellos puedan apoyar esta moción”, término señalando Francisco Caamaño.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *